La tecnología climática, también conocida como ‘cleantech’, continúa ganando espacio en el mercado gracias a ideas comerciales innovadoras que buscan impulsar la descarbonización y preservar el planeta para, de esta manera, evitar los efectos más graves del calentamiento global por encima de 1,5 °C.
En un momento marcado por la urgencia climática, la inversión en tecnologías limpias vive una etapa de moderación de la inversión debido a aspectos como la incertidumbre política, tal y como señala Crunchbase. No obstante, siguen surgiendo oportunidades. Así lo evidencia la firma Aligned Climate Capital, que acaba de cerrar un fondo de 85 millones de dólares (unos 79 millones de euros). En tiempos inciertos, la inspiración, el espíritu emprendedor y la innovación se consolidan como motores clave. Una idea que quedó patente en el Energy Tech Summit 2025.
El evento, celebrado los días 9 y 10 de abril en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y que contó con BBVA como patrocinador principal, ha reunido a más de 1.500 expertos del ecosistema ‘cleantech’ procedentes de más de 40 países. Debido a su alcance y especialización, se ha consolidado como una de las principales conferencias para acelerar la transición energética y hacer frente al cambio climático.
Pese al contexto complicado para la inversión, la necesidad de soluciones climáticas no deja de crecer. «Las startups españolas continuarán siendo un centro de atracción para el capital de riesgo, especialmente en áreas como la eficiencia energética, la descarbonización y las energías renovables, que han mostrado una gran resiliencia incluso en tiempos de incertidumbre macroeconómica», afirma Jan de Dreu, responsable de inversión de deuda en BBVA Spark.
Precisamente la inversión en Europa fue uno de los temas clave de «Securing Growth Capital«, una de las ponencias del evento, en la que participó de Dreu como panelista. Durante su intervención, se abordaron algunos de los asuntos más relevantes de la industria ‘cleantech’. «En el sector climático, Europa goza de gran respeto. En Estados Unidos, en la industria de tecnología climática, los inversores siguen de cerca lo que ocurre en Europa», explicó.
La inversión en tecnología climática sigue moviendo cifras significativas. Según un informe de Sightline Climate, plataforma de inteligencia de mercado que proporciona datos e información y marcos para ayudar a inversores, empresas y gobiernos a financiar la tecnología climática, en 2024 se invirtieron 30.000 millones de dólares (unos 27.900 millones de euros) a nivel global en este sector. La energía se mantuvo como el área más atractiva para los inversores, concentrando 9.400 millones de dólares (aproximadamente 8.750 millones de euros), por delante de otras categorías como la movilidad sostenible, la eficiencia energética o la captura de carbono.
El informe de Sightline también señala que el número de operaciones se mantuvo prácticamente estable respecto al año anterior, con 1.460 acuerdos en 2024 frente a los 1.468 de 2023. Además, destaca un repunte en las rondas de financiación en fases más avanzadas, una señal de que muchos segmentos del sector ‘cleantech’ están alcanzando un mayor grado de madurez.
Asimismo, la colaboración entre el sector privado y el público será un factor determinante para avanzar en la transición energética. Así lo expresó Santiago Muguruza, responsable de BBVA Spark, durante su intervención en el Energy Tech Summit 2025. Destacó que la alianza entre bancos, inversores, emprendedores y administraciones «será decisiva para escalar proyectos tecnológicos esenciales» y subrayó que esta cooperación «es clave para cerrar la brecha de innovación en Europa», especialmente en un contexto en el que el continente busca acelerar su autonomía energética y su competitividad en tecnologías limpias.
Debido a ello, Muguruza también recalcó «la importancia de apoyar a las ‘cleantech’ más innovadoras, especialmente aquellas que desarrollan las tecnologías más pioneras, conocidas en inglés como ‘First of a Kind’ (FOAK)». Esto permite dar un paso decisivo hacia la transición energética, ya que las empresas que trabajan en este tipo de soluciones son fundamentales para abordar los desafíos climáticos globales.
Las previsiones del sector a medio y largo plazo invitan al optimismo. Según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el mercado global de tecnologías limpias podría alcanzar un valor de 575.000 millones de dólares (unos 534.000 millones de euros) en 2035, una proyección que refleja el creciente interés por soluciones sostenibles en todos los sectores económicos.
Durante el Energy Tech Summit 2025 se dieron cita numerosas empresas centradas en una amplia variedad de tecnologías vinculadas a la transición energética y la acción climática. Entre ellas, soluciones de almacenamiento energético (como baterías), transporte sostenible, energías renovables, hidrógeno verde, tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, economía circular y movilidad inteligente. En total, el evento contó con la participación de más de 100 ponentes especializados.
De todas las empresas que participaron, Jan de Dreu destaca varias que están desarrollando soluciones clave para el futuro energético. Es el caso de Basquevolt, que trabaja en el diseño de baterías de estado sólido, una tecnología avanzada con aplicaciones tanto en el almacenamiento estacionario como en vehículos de pequeña movilidad. Este tipo de baterías prometen mayor seguridad, eficiencia y densidad energética que las actuales de ion-litio.
Otra de las protagonistas fue H2Site, que ha desarrollado una tecnología basada en reactores de membrana que permite extraer hidrógeno de forma eficiente a partir de compuestos como el amoníaco o el metanol, mucho más fáciles de transportar. Así, ayuda a resolver uno de los grandes retos de la transición energética: cómo mover hidrógeno a largas distancias sin disparar su coste.
Por su parte, Delfos apuesta por el ‘software’ como motor de la transición. Su plataforma permite monitorizar en tiempo real el rendimiento de instalaciones solares y eólicas, ayudando a mejorar su eficiencia y anticiparse a posibles fallos. Su propuesta va más allá de los datos: ofrecen a cada cliente un acompañamiento personalizado que combina tecnología y conocimiento experto para sacar el máximo partido a cada activo renovable.
El año 2025 marca un punto de inflexión para el desarrollo de tecnologías limpias. En concreto, según destaca la revista especializada en innovación y tecnología ‘MIT Technology Review’ existen tres innovaciones que destacan por su potencial transformador: el acero verde, las soluciones para reducir las emisiones de metano del ganado y los combustibles sostenibles para la aviación. Estas tecnologías, cada una en distintas fases de madurez, son solo una muestra del esfuerzo global por transformar sectores clave en la lucha contra el cambio climático. El reto ahora es escalar su impacto.
A ello contribuyen iniciativas como la anunciada por BBVA durante el Energy Tech Summit 2025, donde el banco comunicó la firma de un préstamo en formato ‘project finance’ con la compañía Basque Hydrogen —una ‘joint venture’ creada por Petronor, Enagás Renovables y el Ente Vasco de la Energía— para financiar una planta de hidrógeno electrolítico destinada a la producción de combustibles sintéticos (e-fuels) en el puerto de Bilbao. Es el primer préstamo de este tipo otorgado para una planta de hidrógeno renovable en la península ibérica.
Como subraya Jan de Dreu, de BBVA Spark, el compromiso con la innovación en tecnologías limpias va más allá de la financiación. «Desde BBVA Spark desempeñamos un papel activo en catalizar el crecimiento del emprendimiento ‘cleantech’. Nuestra presencia en estos foros refleja nuestro compromiso de acompañar a las compañías innovadoras desde sus primeras etapas hasta su consolidación, aportando financiación, conocimiento sectorial y acceso a redes de ‘networking'», afirma. Un mensaje que resume el espíritu del Energy Tech Summit 2025: colaboración, tecnología y ambición para acelerar la transición energética.