Mucho más que cuadrar cuentas: el papel del CFO como copiloto de startups y scaleups

El rol del director de finanzas de una empresa o ‘chief financial officer’ (CFO) ya no es solo ordenar las cuentas, sino ser una especie de segundo de a bordo en la organización y disponer de una perspectiva global sobre el futuro de la economía. Esta fue una de las conclusiones del segundo desayuno para CFOs, el primero celebrado en Barcelona, un evento organizado por BBVA Spark y que tuvo lugar en las oficinas de Norssken House Barcelona el pasado 20 de junio.

Este encuentro, orientado a impulsar  la conexión entre profesionales del sector financiero, fue presentado por Verónica Ruiz, responsable de BBVA Spark en España, que subrayó el compromiso de BBVA Spark con el ecosistema de empresas innovadoras. «Nuestra apuesta es el acompañamiento a aquellas compañías que van a liderar el crecimiento y la innovación en un futuro«, expresó. Una de estas compañías es Wallbox, empresa barcelonesa especializada en la carga de vehículos eléctricos que llegó a ser unicornio y que cotiza en la bolsa de EE. UU.

El director financiero, «copiloto» de la empresa

«El CFO es un copiloto. No es el que conduce, pero sí el que da las indicaciones sobre cómo es la carretera, para ir lo más rápido y seguro posible», describió Luis Boada, CFO de Wallbox. El directivo subrayó que un buen líder necesita un buen CFO a su lado y que, al mismo tiempo, los fondos de inversión analizan que las empresas en las que participan cuenten con un director financiero competente.

Boada, que llegó a la dirección financiera de Wallbox en mayo, hizo un repaso por los retos que afronta en su posición el CFO y que aumentan a medida que crece la compañía. «Nuestro principal desafío ahora es pasar de la fase de crecimiento a una de rentabilidad, adaptándonos a las condiciones del mercado y preparándonos para el futuro del coche eléctrico, que, aunque prometedor, avanza a un ritmo más lento de lo anticipado», explicó. «El objetivo es que cuando el mercado esté listo, seamos los ‘número uno'», recalcó.

En relación con la financiación y su experiencia con BBVA Spark, Boada explicó que para las empresas en crecimiento que aún no generan caja, son cruciales los recursos que ofrecen las entidades financieras. «Se dice, en broma, que los bancos suelen prestar dinero a quienes no lo necesitan; así que, cuando necesitas apoyo, es fundamental encontrar un equipo que entienda este tipo de compañías», señaló el CFO de Wallbox en relación al respaldo de BBVA Spark.

Dirección financiera con valores

Boada, también hizo un repaso por su trayectoria profesional para poner de relieve lo importante que ha sido para él mantenerse fiel a sí mismo y tener valores a lo largo de su carrera profesional como responsable financiero en distintas compañías. «No hago nada en el trabajo que vaya en contra de quién soy», manifestó.

El CFO es responsable de la planificación financiera, el análisis de fortalezas y debilidades, la relación con inversores, el diseño de estrategias para captar capital y la preparación de la empresa para salir a bolsa. Un rol requiere combinar conocimiento y capacidad estratégica con habilidades interpersonales y de liderazgo.

En ese sentido, el CFO de Wallbox detalló las principales habilidades blandas que, a su juicio, debe tener un líder: ser humilde y «saber decir que no». También aludió a la importancia del balance entre vida y trabajo: «El día tiene 24 horas y hay que decidir en qué invertirlas». En conclusión, todos estos factores profesionales y personales construyen un perfil clave para las empresas innovadoras y de rápido crecimiento.  «El rol del CFO hoy en día no es solo cuadrar las cuentas. Es acompañar al negocio con métricas y saber proyectar el futuro», resumió.

Perspectivas económicas

El desayuno CFO combinó lo inspiracional con una prospectiva de la situación económica que corrió a cargo de Sonsoles Castillo, jefe de Análisis Económico y Financiero de BBVA Research, y que abordó varios aspectos que necesita saber un director financiero para poder adelantarse al futuro. Castillo ofreció un análisis detallado sobre las perspectivas económicas de España y del resto del mundo en el que advirtió de algunos riesgos en un panorama que describió de forma optimista, en líneas generales.

«La economía española ha mostrado un comportamiento sorprendentemente positivo, con previsiones revisadas de crecimiento del 2,5% para este año y del 2,1% para el próximo», apuntó Castillo, quien hizo hincapié en el diferencial positivo de crecimiento en comparación con la zona euro.

«El dinamismo de las exportaciones, tanto turísticas como no turísticas, ha sido notable, superando niveles previos a la crisis del COVID-19 por un 40%. Y, aunque el Banco Central Europeo ha incrementado los tipos de interés, esto ha afectado al crédito menos de lo esperado», explicó la analista. Castillo aludió también al papel de los Fondos de Recuperación y al crecimiento del empleo, impulsado sobre todo por la población nacida en el extranjero.

Sin embargo, Castillo anticipó una desaceleración del crecimiento para 2025  debido a los posibles cuellos de botella en las exportaciones y a la limitada capacidad de crecimiento adicional de la economía española, cuya inversión en infraestructuras y vivienda está siendo menor que la de la zona euro. También se refirió al problema de la inflación por encima del objetivo 2%, que no es exclusivo de España: «Los últimos datos muestran una inflación subyacente que se está moviendo lateralmente en lugar de converger hacia el objetivo, debido a la inflación persistente en los servicios».

Complejo entorno internacional

Castillo hizo alusión además a un entorno internacional complejo, con mayor rivalidad geopolítica, especialmente entre Estados Unidos y China. «Se espera un mayor intervencionismo y proteccionismo en las políticas económicas de los grandes bloques, lo que impactará las decisiones empresariales», sostuvo.

La economista explicó que lo más positivo del momento actual es la normalización de las condiciones de oferta, habiéndose resuelto los cuellos de botella que surgieron en la época post-COVID, pero señaló los nubarrones que suponen las tensiones geopolíticas como la guerra en Ucrania y los conflictos en el Medio Oriente, el   y la incertidumbre política por las próximas elecciones en Europa y Estados Unidos.

Castillo también abordó la recuperación del sector servicios, que ha sido fuerte y sostiene el crecimiento, especialmente en Estados Unidos. En contraste, el sector manufacturero muestra una recuperación más dispar. En cuanto a las perspectivas futuras, Castillo prevé que las tasas de interés se reduzcan gradualmente.

En definitiva, el Desayuno CFO no fue solo un punto de encuentro, sino también sirvió de plataforma para debatir sobre el futuro y los desafíos de la dirección financiera.  Tras las intervenciones de los ponentes, el salón se llenó de ideas y conexiones durante la sesión de ‘networking’.