Lejos aún de los máximos históricos de 2021 y ligeramente en retroceso respecto a 2023, la inversión en Europa muestra indicios positivos y dibuja un nuevo mapa de prioridades sectoriales para los fondos de VC en la región.
Tras un período de contracción en la inversión en compañías tecnológicas desde su punto álgido en 2021, las perspectivas para 2025 en Europa indican una reactivación en el ecosistema emprendedor. El informe ‘State of European Tech 2024’, publicado por Atomico, estima que el ecosistema europeo cerró 2024 con unos 45.000 millones de euros captados en inversión de ‘venture capital’, un 20% más que en 2020, lo que sugiere un nuevo punto de equilibrio.
Entre otros signos positivos en el ecosistema europeo destaca la proliferación de rondas de Serie A y el crecimiento en sectores como la inteligencia artificial generativa. Ahora que muchas empresas se aproximan al final de su ‘runway’ tras haber captado fondos durante los picos de inversión de 2021 y 2022, la priorización de la rentabilidad o la deuda como herramienta de financiación alternativa marcan el camino para las compañías tecnológicas europeas.
La inversión en el ecosistema emprendedor europeo en 2024, según el citado informe de Atomico, supone una ligera disminución (de algo más del 4%) respecto a los 47.000 millones captados en 2023, y es significativamente inferior al récord de 101.000 millones en 2021. Este descenso se atribuye, en parte, a las condiciones adversas para las salidas a bolsa (con solo once en Europa en 2024, marcando un mínimo en diez años) y a las valoraciones más bajas.
«La resaca de la burbuja de las inversiones con valoraciones muy altas que tuvo lugar en el 2021-22 va a seguir teniendo un efecto este año, por un tema de disponibilidad de dinero y porque aún hay muchos inversores que están retraídos y enfocados en sus carteras», reflexiona Nicolás Goulet, ‘founding partner’ en Adara Ventures. «Estamos en el año que coincide con el período entre 18 y 24 meses después de las últimas grandes rondas, con lo cual muchas compañías están llegando a ese punto en que necesitan levantar. Desafortunadamente, creo que no se va a poder dar ‘match’ al total de esa demanda».
Dentro de esa visión continuista también hay motivos para el optimismo, recalca Ainhoa Campo Nieto, Chief Investment Officer en Bilbao Vizcaya Investments. «Las valoraciones están mejorando en general y está habiendo mucho empuje de algunos sectores, sobre todo de la IA». No obstante, se avecinan cambios que generan una cierta incertidumbre: «Se habla mucho de cómo la inteligencia artificial va a cambiar modelos de negocio como el SaaS y el B2B, que reciben más del 60% de todo lo que se invierte en ‘venture capital’. Tendremos que analizar estas compañías de una manera diferente».
A nivel global, el mercado de la inteligencia artificial ha acaparado una cuota de financiación del 37% y representado el 17% de los acuerdos en 2024, entre los que se incluyen 5 de los mayores acuerdos del año, de acuerdo con el informe ‘State of Venture 2024‘ elaborado por CB Insights. También en Europa este sector ha mostrado un notable dinamismo: en 2024, las empresas europeas de IA recaudaron casi 3.000 millones de euros en 137 operaciones, un 35% más que el año anterior.
La situación geopolítica también ha llevado al auge del ámbito de la seguridad y la defensa. La financiación del capital riesgo para compañías del sector aumentó un 24% en Europa en 2024, alcanzando los 5.200 millones de dólares, según datos de Dealroom y el Fondo de Innovación de la OTAN. «Defensa toca muchísimas áreas, desde todo lo que es ‘software’ de control de vuelo de drones hasta temas de diseño industrial o DevOps», reflexiona Goulet, de Adara Ventures.
«’Life science’ es una nueva tendencia que viene empujada por la inteligencia artificial y que ha tenido un volumen total muy grande (de 8.000 millones en el 2024), con una cantidad de ‘exits’ muy significativa, apunta Ainhoa Campo Nieto, de BBVA Spark. En cambio, «aunque siguen siendo sectores muy relevantes, es significativo que durante 2024 hayan caído un poco en cuanto al volumen referenciado el ‘cleantech’, que ha sido una tendencia muy ‘boom’ en estos años, y el ‘fintech'».
Además de la tracción de los sectores punteros, otras transformaciones y tendencias en el panorama europeo apuntan al crecimiento y la resiliencia. La reciente bajada de tipos de interés (el 30 de enero de 2025, el BCE decidió bajar los tres tipos de interés oficiales 25 puntos básicos), por ejemplo, podría dar nuevo impulso al ecosistema inversor. «Las bajadas de tipo espolean la inversión. Desde el punto de vista de las participadas, puede mejorar las posibilidades de que los corporativos vuelvan a enganchar un ciclo de inversión y por lo tanto de ‘exits'», apunta Goulet.
Por otro lado, «hay un mejor posicionamiento de las compañías, con una tendencia a centrarse en la rentabilidad y no enfocarse tanto en el crecimiento (aunque sigue siendo una de las claves), para que la construcción de las empresas sea más sólida «, explica Ainhoa Campo Nieto, de BBVA Spark. «El mercado valora unos buenos ‘units economics’ y entender bien cuál es el modelo de negocio. Cada vez se habla más del ‘Rule of 40’ [un principio que establece que la tasa de crecimiento de los ingresos y el margen de beneficios combinados de una SaaS deben ser iguales o superiores al 40% para que sea saludable]».
Otro síntoma de mejoría para el 2025, añade, son los fondos de secundario: «En Europa ya va habiendo más mercado en este sentido y se van levantando nuevos fondos de secundario, que en Estados Unidos venía siendo ya un mercado más o menos significativo y en Europa empezaba a desarrollarse».
Por otro lado, el ‘venture debt’ en Europa ha crecido significativamente en el 2024. «Según Pitchbook, ha alcanzado los 17.000 millones de euros (veníamos de unos 13.500 millones en el 2023)», puntualiza Ainhoa Campo Nieto, de BBVA Spark. «Creemos que hemos llegado en el momento adecuado, y ahora con el salto a Europa estamos accediendo a un mercado que es mucho más grande, que todavía tiene mucho apetito por esta financiación y que en 2025 seguirá creciendo».
«El ‘venture debt’ ha tenido una evolución muy fuerte en la última década. El hecho de que haya ahora mucho capital invertido en ese segmento hace que las condiciones también se vuelvan más competitivas y que haya una homogeneización y una mejora sustancial para los emprendedores», indica Nicolás Goulet, de Adara Ventures. «Creo que todo el mundo entiende dónde añade valor la deuda, ayudando a la compañía a mejorar su posición entre rondas y como una solución menos dilutiva«, apunta, y añade: «BBVA Spark se está posicionando bien de cara a tomar posiciones en todos los eslabones de la cadena. Está en fondos, con las compañías, y en la parte más operativa de estas. Creo que han hecho bien en desarrollar una visión holística».