Cuándo, cómo y por qué patentar tu idea innovadora

Proteger la propiedad intelectual e industrial no solo es fundamental para una ‘startup’, sino que también supone una revalorización de la misma de cara a rondas de financiación y a obtener inversión. Por motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, repasamos qué momento es idóneo para llevar a cabo el proceso de patentar las innovaciones y cómo conseguirlo.

¿Qué tienen en común el libro electrónico, la fregona o la píldora anticonceptiva? Además de ser herramientas revolucionarias en cada uno de sus campos, todas empezaron como tal en el mismo lugar: una oficina de patentes. Las dos primeras nacen en el registro de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), mientras que la tercera se oficializó en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

Una patente, tal y como define la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, es «el derecho exclusivo que se concede sobre una invención». Una vez es concedida, la patente otorga a su titular la facultad exclusiva de su explotación. A cambio, el titular pone a disposición pública la información técnica relativa a la invención.

Con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, que se celebra cada 26 de abril, exploramos los errores más comunes de las ‘startups’ en lo que respecta a iniciar un proceso de solicitud de patente, así como el camino recomendado por expertos para abordarlo.

Patentes en el territorio

Las patentes son derechos territoriales y uno de los indicadores del desarrollo tecnológico e innovador de un país. La crisis de 2008, por ejemplo, supuso un decremento en la solicitud de patentes en España. La propia Organización de Propiedad Intelectual elabora anualmente un Índice Mundial de Innovación. En la última edición correspondiente a 2021, ningún país de habla hispana se encuentra en el Top 10 de este ranking. Las primeras naciones hispanohablantes que aparecen son España en el puesto 30 y Chile en el 53.

"En Latinoamérica todavía está despegando lo que en China, EE UU y muchos países de la Unión Europea ya es una realidad"

Irene Rodríguez, directora de los servicios jurídicos de propiedad intelectual e industrial en BBVA, justifica esta posición por un ritmo menos rápido en lo que respecta al desarrollo tecnológico en comparación a otros países: «No es que en Argentina, por ejemplo, no haya desarrollo o innovación, pero creo que tiene, de momento, menor capacidad de inversión para fomentar este tipo de investigaciones e iniciativas que otros países. En Latinoamérica todavía está despegando lo que en China, EE UU y muchos países de la Unión Europea ya es una realidad».

En este sentido, existen iniciativas que buscan igualar el peso de la balanza, como la de la ‘startup’ LicenciArte, que trata de ampliar el mercado de patentes en Latinoamérica. «Las universidades norteamericanas han contribuido con el descubrimiento de más de 200 medicamentos y vacunas, cerca de 14 mil ‘startups’ de base científica y 5,9 millones de empleos, entre otros indicadores. Entonces, ¿por qué no hacerlo en instituciones de América Latina?», expresa David Hurtado, fundador de LicenciArte.

Cuándo, cómo y por qué patentar tu idea innovadora

Proteger lo que no se ve

En España y Latinoamérica predomina la cultura de los bienes tangibles -todo aquel que tenga forma física-, lo que supone un bajo número de litigios por patentes. Pero tener en cuenta la propiedad intelectual, así como la industrial -grupo al que pertenecen las patentes- es fundamental tanto para grandes empresas como para ‘startups’.

Luis Ignacio Vicente del Olmo, ‘chief innovation officer’ de ASTI-ABB y consejero estratégico de la compañía especializada en propiedad industrial e intelectual Pons IP, reconoce especialmente la importancia de protegerse antes de emprender: «Una forma de asegurar la comercialización de los resultados de proyecto es la patente, pero puede haber otras como el secreto empresarial. Sin embargo, cuando hablamos de una tecnología novedosa, la patente suele ser la opción ganadora».

"Los bienes intangibles son muy atractivos porque te proporcionan una protección legal muy amplia y duradera en el tiempo"

Para una empresa emergente, tener una cartera de patentes significa una revalorización muy interesante de cara a rondas de financiación. Jorge Oria, director de servicios legales del grupo de propiedad intelectual e industrial Clarke Modet, destaca las ventajas de tener en cuenta estas cuestiones a la hora de constituir una ‘startup’. «Los bienes intangibles son muy atractivos porque te proporcionan una protección legal sólida y duradera en el tiempo, resultando barato de mantener si lo comparamos con el coste inicial de la inversión. Además, con una buena estrategia puede haber un retorno muy alto», incide Oria.

Punto de control inicial

¿En qué momento deberíamos tener en cuenta proteger la propiedad industrial? Oria lo tiene claro: «Antes incluso de empezar a constituir la sociedad». No obstante, muchas ‘startups’ cometen el error de precipitarse -a veces por desconocimiento, a veces por ingenuidad- y “hablar” demasiado de su invención sin obtener protección previa. «Si esa presentación pública no se hace mediante regímenes de confidencialidad, surge el riesgo de perder la ‘novedad legal'», explica, e insiste en la importancia de ponerse en manos de expertos legales como uno de los primeros pasos.

Las ferias y rondas de financiación pueden ser peligrosas por dos razones: la competencia puede copiar la idea y, una vez se hace pública una idea, las posibilidades de registro pueden reducirse sensiblemente, independientemente de que sea un proyecto propio.

Cuándo, cómo y por qué patentar tu idea innovadora

La novedad -que no se haya publicado o divulgado nada sobre cómo solucionar ese problema técnico que consigue la invención- es uno de los requisitos para que una invención sea patentable. Por ello, los expertos aconsejan iniciar el proceso de solicitud de patente para obtener cuanto antes una protección provisional. Y, en el mejor de los casos, si finalmente se concede, una exclusividad de derechos de explotación de hasta 20 años.

«En cuanto tengas algo que sea potencialmente protegible mediante patente, corre a protegerlo, no lo divulgues, no se lo cuentes a nadie, no hagas una presentación PowerPoint contando lo que has hecho porque tú mismo estás destruyendo tu propia novedad», aconseja Rodríguez de BBVA. La experta y responsable de propiedad intelectual del banco está liderando una formación interna sobre estos temas para los empleados de la compañía.

"En cuanto tengas algo que sea potencialmente protegible, corre a protegerlo, no lo divulgues, no se lo cuentes a nadie"

«Me gustaría despertar en mis compañeros la sensibilidad en la importancia que tienen los derechos de propiedad intelectual e industrial. Entendiendo por sensibilidad que es tan importante proteger los activos inmateriales de BBVA como respetar los de terceros», destaca Irene Rodríguez.

Paso a paso

Más allá de la novedad, una patente debe tener aplicación industrial (que la invención patentada pueda ser usada en cualquier tipo de industria) y que exista una actividad inventiva. El especialista en Pons IP, Luis Ignacio Vicente del Olmo, explica ésto como «que no sea obvio respecto al estado del arte de lo que ya ocurre en el mundo». “En sectores como el de tecnología de la información, con más de 100.000 patentes relacionadas con la tecnología del teléfono móvil, esto no es evidente”, añade del Olmo. Oria de Clarke Modet, por su parte, completa: «Si tiene actividad inventiva y es novedoso, es patentable, aunque no se pueda ejecutar ahora sino dentro de diez años».

 

"Si tiene actividad inventiva y es novedoso, es patentable, aunque no se pueda ejecutar ahora sino dentro de diez años"

Partiendo de estas características, se recomienda que el emprendedor se ponga en manos de expertos en desarrollo de patentes debido a la complejidad que significa la redacción de la misma. El punto de partida sobre el que trabajarán los expertos judiciales es el ‘Invention Disclosure Form’ (formulario de revelación de invención), un documento en el que el solicitante recoge las características básicas sobre su idea.

En la patente se reconoce un titular al que le corresponden los derechos de explotación y un inventor -figura de reconocimiento por derecho moral-. Los expertos recomiendan que la empresa -persona jurídica- conste como titular para evitar conflictos futuros.

 

Cuándo, cómo y por qué patentar tu idea innovadora

El plazo que tarda cada organismo nacional a la hora de resolver una solicitud de patente parte de los dos años y puede llegar a demorarse hasta los seis o siete. En cuanto al precio, varía dependiendo del país. Además de las tasas de solicitud, la cuota anual se va incrementando con el ánimo de favorecer que pase a conocimiento público», explica Jorge Oria.

Gracias a las patentes, no solo los ideadores y emprendedores, sino toda la sociedad se ha beneficiado del desarrollo tecnológico. En cierto momento de la historia fueron el libro electrónico, la fregona o la píldora anticonceptiva, pero, ¿cuál será la próxima invención disruptiva patentada?

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