La IA en 2024: cómo los emprendedores aterrizan esta tecnología en sus empresas

¿Pueden las máquinas pensar? Esta pregunta, formulada por Alan Turing, definió los orígenes de la inteligencia artificial (IA). Más de 70 años después de su planteamiento, el debate continúa e incluso se ha intensificado en los últimos meses con el auge de la IA generativa, capaz de crear contenidos en texto, vídeo, audio o imagen de forma semejante a un humano e impulsada por la irrupción de herramientas como ChatGPT (OpenAI), Copilot (Microsoft) o el recientemente presentado Gemini (Google).

La IA generativa se ha posicionado como una de las tendencias tecnológicas más destacadas. Tras su popularización en el último año, BBVA Spark, Deloitte o Capgemini prevén que el 2024 será el año de su implantación en el ámbito corporativo, donde podrá ayudar a mejorar procesos, reducir cargas administrativas o aumentar la productividad.

«La integración de la IA en los negocios, y especialmente de la IA generativa, debería ser como añadir a tu equipo un nuevo rol encargado de ser creativo y eficiente«, explica Francisco Maturana, responsable Global de GenAI de BBVA. «La clave está en no usarla como una herramienta, sino integrarla como un socio estratégico«.

Para este experto, la adopción de la IA generativa ofrece «una variedad de beneficios estratégicos para empresas y emprendedores«, que pueden mejorar tanto la personalización y experiencia de usuario como la optimización y eficiencia operativa, la rentabilidad o la propia toma de decisiones, además de la conceptualización de nuevos productos.

«La IA generativa plantea la posibilidad de imaginar nuevos productos basados en datos que no existían hasta ahora:  no solo debemos pensar en mejorar los procesos que ya hacemos hoy en día, sino también qué cosas nuevas se podría ofrecer a la sociedad en los próximos años«, afirma. Empresas como ODILO, Freepik o Trucksters son algunas de las que están adoptando esta tecnología para mejorar sus servicios y aportar valor a sus socios, clientes y usuarios.

ODILO: la IA como apoyo para alumnos, docentes, empleados y directivos

Las amplias posibilidades que la inteligencia artificial ofrece a las organizaciones e institucioens no han pasado desapercibidas para el ecosistema, donde las empresas planean aumentar su inversión en esta tecnología de cara a los próximos años. Una reciente investigación de IBM revela que actualmente un 42% de las empresas con más de 1.000 empleados utiliza la IA de forma activa en su negocio y que un 59% de estas compañías planea incrementar su inversión en los próximos años. Además, un 40% de las empresas que aún no han aplicado este tipo de soluciones está explorando activamente sus posibilidades. Otro estudio elaborado por McKinsey apunta a que, pese a que la adopción de la IA se ha mantenido estable en los últimos años, más de dos tercios de las organizaciones espera incrementar su inversión en los próximos tres años.

«Si nos planteamos cómo es la sociedad futura, es difícil imaginar que la inteligencia artificial no esté presente«, afirma Rafael Luengo, Learning Factory, Data & Postsales Director  de ODILO. Esta scaleup del sector ‘edtech‘, que ofrece un amplio catálogo de contenidos con más de 4 millones de recursos, ha demostrado una clara apuesta por la adopción de la inteligencia artificial en tres dimensiones: la integración en procesos internos, la aportación de valor a productos y servicios y el análisis de su impacto dentro del sector educativo.

«Estamos integrando la IA en nuestros procesos internos, con el foco puesto en eficiencia y costes, para la creación de vídeos, diseños, traducciones y como soporte para la creación de código», detalla Luengo. Además, la compañía ha desarrollado un asistente que ayuda a los docentes a crear cursos, a los empleados a seguir desarrollando nuevas habilidades a través de ‘Experiencias de Aprendizaje’ y que aporta visibilidad a través de los datos para facilitar la toma de decisiones. De cara a futuro, planea crear un ‘coach’ virtual para hacer un seguimiento y animar a los alumnos y empleados a que continúen su formación.

Esta adopción de la IA ha aportado beneficios para la compañía, tanto a nivel comercial como productivo. «Hemos podido aumentar nuestra eficiencia reduciendo costes y generar relaciones comerciales de interés gracias a su adopción», apunta Luengo.

Freepik: IA generativa para crear nuevos diseños

Las palabras de Luengo coinciden con las de Omar Pera, VP de Labs e IA de Freepik: «La IA es una herramienta y, como tal, hay que usarla: una herramienta no sustituye a una persona, pero sí le da más capacidad para trabajar mejor, profundizar más o conseguir resultados que no sería posible conseguir de otra manera», declara.

En esta startup española, que ofrece una plataforma donde los usuarios pueden encontrar imágenes y recursos gráficos para elaborar sus propios diseños, la integración de esta tecnología se ha extendido a prácticamente todos los departamentos y productos. «Hemos implementado funcionalidades de IA en herramientas de diseño que ya ofrecíamos al usuario y creado nuevos productos basados en IA», explica Pera.

Para este experto, la adopción de la IA ha situado a la compañía en «un lugar único para ser los primeros en probar nuevas funciones, adaptar lo que nos gusta y mostrar el usuario los usos y bondades de esta tecnología«.

Entre sus nuevas creaciones, destaca Freepik Pikaso, una herramienta que utiliza la IA para ofrecer a los usuarios la posibilidad de crear imágenes en tiempo real con unas indicaciones básicas y que puede englobarse con otras herramientas de IA generativa como Dall-E (OpenAI) o Midjourney. «Ayuda a personas sin conocimientos de herramientas de dibujo a expresar sus ideas, y a los propios expertos a alcanzar resultados extraordinarios», apunta Pera.

Trucksters: IA para optimizar las rutas de sus conductores

Mientras Freepik ofrece a los usuarios la posibilidad de usar la IA generativa para crear sus propios diseños, Trucksters, compañía del sector logístico dedicada a la optimización del transporte de mercancías de larga distancia, emplea la IA para mejorar sus servicios. En concreto, para optimizar las rutas de sus conductores. 

«Realizamos planificaciones a partir de ciertos requisitos basados en nuestra idea de negocio, como que los conductores puedan volver a sus casas con mayor frecuencia o que la carga no pare, de forma que podamos realizar los envíos de forma más rápida», explica Borja Menéndez, responsable de Investigación Operativa de la compañía. «Gracias a la inteligencia artificial, podemos realizar nuestro trabajo de forma más eficiente y ofrecer un mejor servicio a nuestros socios y clientes», añade.

A pesar de los beneficios, en la adopción de la inteligencia artificial este experto detecta algunos retos extrapolables a todas las empresas que apuestan por estas soluciones. «Hay que tener digitalizados todos los datos necesarios para poder llevar a cabo la operativa de manera digital y, para eso, es fundamental tener procesos donde garantices que los datos son de buena calidad», explica.

De cara a futuro, Menéndez apunta a que la IA generativa podría evolucionar para seguir mejorando la toma de decisiones y ayudar a realizar integraciones. «Cuando, por ejemplo, llega un mensaje de un cliente o ‘partner’, podría analizar ese texto y estandarizarlo de manera más sencilla«, apunta.

Los desafíos que marcan el futuro de la IA

El Fondo Monetario Internacional calcula que cerca de un 40% de los empleos de todo el mundo están expuestos a esta tecnología, y que alrededor del 60% de los empleos de las economías avanzadas podrían verse afectados por ella, lo que abre un abanico de oportunidades y desafíos para el ecosistema. 

En este marco, en los últimos meses se ha visto cómo distintos organismos han empezado a avanzar en la regulación de la IA. Es el caso de la Unión Europea, que recientemente ha aprobado su ley de inteligencia artificial, o el Gobierno de Estados Unidos, que en el último trimestre de 2023 emitió una orden ejecutiva que establece un conjunto de normas y directrices para la IA.

«Estas normativas impulsan a las empresas emergentes a priorizar la ética y la transparencia en sus desarrollos de IA, fomentando la confianza del consumidor y la responsabilidad corporativa», afirma Maturana, de BBVA. «Aunque la adaptación a estas regulaciones pueda requerir esfuerzos iniciales en términos de cumplimiento y revisión de procesos, a largo plazo estas normas pueden actuar como catalizadores de innovación responsable: no solo protegen a los consumidores y sociedad, sino que guían a las startups a un crecimiento más sostenible y éticamente alineado», afirma.

La inteligencia artificial generativa ha supuesto una revolución para el ecosistema y su adopción será clave a la hora de mantenerse en la cima del mercado. «Si se quiere seguir siendo competitivo, las empresas tienen que adoptar la IA para aumentar la productividad de los empleados y mejorar sus productos y servicios: no vas a perder el puesto de trabajo por una IA, sino por otra empresa de tu mismo sector que la utiliza», sentencia Pera, de Freepik. Más allá del ámbito empresarial, esta tecnología también puede ofrecer ventas en el sector educativo, donde se posiciona como una herramienta que puede mejorar la relación entre profesorado y alumnado.

«La inteligencia artificial no va a sustituir al tutor o profesor, pero puede ayudarle a estar más cerca del alumno: al obtener datos que antes no se podían conseguir, se le puede conocer, recomendar y guiar mejor«, afirma Luengo, de ODILO.

La mejora en la toma de decisión, la optimización de la productividad o la posibilidad de ofrecer una atención más personalizada a los usuarios están entre algunas de las ventajas que esta tecnología puede ofrecer a empresas y emprendedores, pero la IA y, en particular, la IA generativa aún están en estado embrionario.  «La evolución de la IA generativa tiene mucho camino por delante«, señala Menéndez, de Trucksters. El desarrollo legislativo y su asimilación por parte del ecosistema emprendedor será clave para aprovechar al máximo esta tecnología.